ALEGRE NAVIDAD



En Tenerife ocurrió un fenómeno extraño, era Navidad, la noche del 24 al 25 de diciembre del pasado año, 2016, estábamos un grupo de amigos en El Llano de Ucanca, en el Teide. Pensábamos contemplar las estrellas, en ese paraje, el cielo se ve nítido, yo diría único. Y luego pasaríamos la Noche Buena en el Parador del Teide. Todo transcurría según habíamos previsto. El firmamento nos ofrecía un manto estrellado de gran belleza, el fondo azul, añadía la magia del momento. Hay que señalar que en ese paraje privilegiado, no existe luz artificial, sólo el recinto hotelero la posee…a esa altura en la fecha en que estábamos, había una temperatura gélida, bien abrigados hasta la cabeza cubierta. La vegetación en ese privilegiado lugar, es autóctona,  de variedades endémicas, podemos decir única.

Ante este panorama nos decidíamos  a contemplar el maravilloso espectáculo en las faldas del Teide y de pronto surgió algo insólito, en el cielo estrellado un triangulo muy brillante se exhibía, su belleza era tal, que no dábamos crédito a lo visto. Cuando llegamos al Parador un astrofísico que allí estaba, nos explicó que era una “luz zodiacal”, partículas de polvo que están esparcidas en forma de disco alrededor del sol. Es un fenómeno espectacular, que se contempla en el horizonte…se ve en cielos “privilegiados” como el Llano de Ucanca en El Teide.

La flora del Parque, es muy rica y en su mayoría autóctona, posee 194 especies inventariadas, de esta lista 31 son endemismos canarios, y 32 tinerfeños. Nosotros discurríamos bordeando el suelo cubierto de un mundo vegetal compuesto de matos verde grisáceo y pequeñas hojas, está adaptado a ese medio, soportando bajas, y altas temperaturas, radiaciones solares, sequías…en medio inhóspito. La más abundante, la  hierba pajonera, el codeso, la margarita del Teide, el alhelí del Teide o la flor del malpaís. La más extendida la retama, muy olorosa y en Semana Santa florece, siendo utilizada para adornar el sepulcro del Santo Entierro, por supuesto no la del Parque…otra especie espectacular, el tajinaste rojo, único en el mundo, puede alcanzar hasta 2  metros de altura. El tajinaste picante, es endemismo tinerfeño, parecido al rojo pero sus flores son azules y no son tan altas. La violeta del Teide (cheiranthifolia), con un suave aroma y apetecible flor, es una de las  más demandadas del Parque. A diario es visitado por cientos de turistas, que sienten la tentación de cogerlas. Está totalmente prohibido tocarlas y menos cortarlas.


Esa Noche Buena, fue perfecta, tanto por el fenómeno sideral como el humano. Puedo decir que ha sido una ALEGRE NAVIDAD. En el Parador estábamos personas de diferentes países, nuestro grupo lo formábamos cuatro parejas de Tenerife, además polacos, alemanes, rusos…estos los más numerosos. Según discurría la velada, nos fuimos animando con los buenos vinos tinerfeños, a destacar, nuestra malvasía, antaño tan demandada por mesas reales y de gran rango. Al final brindamos con cava,  nuestros ánimos subieron de tono, y comenzamos a cantar villancicos, primero fue Edelweiss, lo cantamos en castellano y luego en inglés el que lo sabía, seguidamente llegó el turno de los alemanes, entonamos O Tannenbaum, Noche de Paz…y al final los rusos bailaron danzas de su tierra. Podemos decir, Tenerife acoge un monumento natural, el Teide, patrimonio de la Humanidad, singular y exótico, propio para visitar y contemplar tan singular belleza.

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